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Leer másEscrito por Inés Casado Bravo, terapeuta ocupacional de Mayores Capacidades
¿Cómo diferenciamos la demencia del Alzheimer? Si sospechamos de una, ¿cómo debemos actuar? En este artículo te decimos todas las claves y pasos a seguir.
Cuando hablamos de Personas Mayores con algún tipo de pérdida de memoria, nos surgen términos que parecen totalmente intercambiables. Deterioro cognitivo, demencia, Alzheimer… Pero ¿son iguales? ¿En qué se diferencia uno del otro? ¿Cómo debemos actuar si sospechamos de uno?
Es común confundir la demencia con el Alzheimer, incluso llegando a asumir que una persona mayor tiene Alzheimer cuando puntualmente tiene pérdidas de memoria. Debido a esta creencia, que está más extendida de lo que pensamos, en este artículo vamos a explicarte la diferencia fundamental entre lo que se considera demencia y lo que es la enfermedad de Alzheimer.
La demencia es un conjunto de signos y síntomas que conlleva la pérdida de funciones superiores (cálculo, orientación, memoria, comprensión, capacidad de razonar y lenguaje, entre otros). Frecuentemente se acompaña con alteraciones del ánimo y de la conducta. Además, el deterioro intelectual deriva en un deterioro en las relaciones sociales e impide que se lleve de manera independiente las actividades de la vida diaria. También se pueden observar signos de depresión o estado de ánimo bajo.
El Alzheimer, por otro lado, es una larga enfermedad de tipo cerebral que se caracteriza por la degeneración de las neuronas, y por ello, una disminución de la masa cerebral. Sus manifestaciones básicas son la pérdida de memoria, la desorientación y el deterioro intelectual. Es por ello que sea tan fácil confundir ambos términos. Sin embargo, el Alzheimer es la principal causa de demencia, aunque no la única y muchas veces sobre-diagnosticado.
La segunda causa más frecuente son las alteraciones vasculares cerebrales, dando lugar a otro tipo de demencia: la demencia vascular. El resto de causas están relacionadas con enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad por cuerpos de Lewy, o alteraciones metabólicas, como las producidas por el alcoholismo o abuso de otras sustancias tóxicas, que también pueden desencadenar una demencia y/o deterioro en la función cerebral.
Hay ciertas características que nos pueden hacer dudar de si nuestro familiar puede estar desarrollando una demencia. Entre ellas, destacamos las siguientes:
Es importante que si sospechamos de que nuestro familiar pueda estar desarrollando una demencia sea del tipo que sea, pidamos una cita con el médico de cabecera. Será él o ella quien derive el caso a neurología. El especialista será el que identifique mediante las pruebas pertinentes qué tipo de deterioro padece la Persona Mayor y cual es el mejor tratamiento que siempre debe incluir mediación y tratamiento no farmacológico específico (dieta, estimulación personalizada, ejercicio, mejora de hábitos de salud…).
Al llegar a la cita médica con el especialista, es importante que comentéis con el profesional las siguientes situaciones e incluso llevéis apuntados los datos más relevantes:
Si la persona afectada acude a la cita, no olvidemos dejarla hablar y permitir que el médico se dirija a ella. Nosotros como acompañantes únicamente debemos completar la información en caso de que haga falta, pero sin convertirnos en protagonistas. La Persona Mayor debe ser el centro de la cita médica, participando activamente ya que es su salud y tratamiento el que se va a comentar y decidir. Un buen neurólogo se dirigirá al paciente y le dará tiempo para que se exprese y se comunique.
Si al final de la cita médica tenéis dudas, haced cuantas preguntas consideréis. Si las dudas surgen después de la cita, no dudéis en programar otra visita, llamada o videollamada con el neurólogo o con profesionales especialistas en el tratamiento de Personas Mayores con dicha patología para comentar vuestras inquietudes.
Las escalas más utilizadas para identificar en qué fase evolutiva de una demencia se encuentra una persona son dos: el Estadío GDS y el Estadío FAST.
El Estadío GDS evalúa las fases evolutivas en función de la pérdida de funciones cognitivas. Por otro lado, el Estadio FAST evalúa las fases en función de la pérdida de habilidades funcionales.
En Mayores Capacidades tenemos años de experiencia en el tratamiento de Personas Mayores con algún grado de deterioro, demencia y también enfermedad de Alzheimer. Por ello, si aún tienes preguntas sobre estos términos, no dudes en escribirnos un mensaje por redes sociales.
Si, además, quieres que evaluemos vuestro caso, escríbenos un mensaje de correo electrónico o contacta directamente con nuestro equipo por WhatsApp. Te recordamos que la primera valoración con nosotras es gratuita y se realiza en la confianza del entorno domiciliario.
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